Llevamos ya un cierto tiempo conviviendo con esta amenaza: el COVID-19. Esa pandemia que nos ha obligado a confinarnos durante dos meses, a dejar de ver a nuestros familiares y a nuestras amistades, a impedirnos abrazarlas y besarlas después…
Nos ha cambiado a todos y a todas la vida, nos ha obligado a reinventarnos y nos ha puesto distancia física, mínimo 2 metros para ser más concretos.
Por eso no quería explicaros las medidas que he tomado en el despacho para que estéis más seguros/as con frialdad, con lejanía… Es suficiente, creo yo, con la lejanía a la que nos obliga el propio coronavirus. Así que os lo voy a contar a mi manera, espero que no os importe…
Después del primaveral confinamiento, y de haber trabajado vía online con la mayoría de mis valientes pacientes, que no dejaron que nada les frenara en su empeño de mejorar (que conste que el resto, los que no desearon visitas online, por supuesto tenían sus motivos) estaba sinceramente preocupada: ¿querrán volver a la terapia presencial? ¿cómo lograr que se sigan sintiendo seguros/as? ¿les molestará la mascarilla? ¿qué hacemos cuando necesiten llorar? ¿¿¿cómo podré hacer terapia a dos metros???
Sin embargo, el miedo y la preocupación son formas que tienen nuestra mente y nuestro cuerpo para advertirnos de una posible amenaza y para prepararnos para afrontarla. Así que manos a la obra…
Quien acuda a mi consulta mientras continúa la “situación COVID-19” se encontrará:
- Gel hidroalcohólico a la llegada y a la salida
- Distancia regularizada según la ley y pantalla de protección en recepción
- Distancia conmigo en consulta de mínimo 2 metros
- Uso de mascarillas para todos y todas
- Desinfección y aireación del despacho después de cada consulta
- Obligatoriedad de no acudir a consulta si se ha tenido fiebre o síntomas compatibles
- Limpieza y desinfección del centro con más frecuencia de la que era habitual
Y supongo que os preguntaréis… ¿cómo ha ido?
Me alegra mucho decir que muy bien. Aunque sigue existiendo, como ya venía ocurriendo anteriormente, la posibilidad de citas online, sigue siendo algo más frecuente la terapia presencial, aun con la distancia y la mascarilla. Al menos desde mi punto de vista, conseguimos entre unos y otros lograr el mismo clima de alianza terapéutica no solamente con quien ya lo había (que eso es más fácil) sino también con las personas con las que hemos iniciado la terapia posteriormente al confinamiento.
Os lo he comentado ya a todos y a todas, pero de nuevo gracias por la confianza, por haber pensado que podía ayudaros aunque fuera en estas circunstancias excepcionales.
Y a los que no os conozco aún, pediros únicamente que esta época que nos toca vivir no sea un impedimento para vuestro crecimiento personal o para vuestra mejora psicológica: estamos preparadas y con todas las medidas en marcha para vuestra seguridad y, si lo preferís, siempre podéis optar por la visita online, cuya eficacia es la misma que en la terapia presencial.
Espero vuestra llamada… Vais a estar mejor.
Un abrazo,
Paola Obrador
