La metodología que utilizo para ayudar a mis pacientes/clientes a mejorar y a lograr sus objetivos en el menor tiempo posible se basa en dos abordajes terapéuticos principales: la Terapia Psicológica Cognitivo-Conductual y la Psicoterapia EMDR. Ambos abordajes tienen en común la validez empírica en la que se apoyan, es decir, que cuentan con eficacia demostrada científicamente.
Tipos de terapia


En función de las necesidades de tu caso, te recomendaré seguir principalmente uno de los dos abordajes terapéuticos o una combinación de ambos.
A continuación te los explico con más detalle:


Terapia Psicológica Cognitivo-Conductual
La terapia cognitivo-conductual se centra en la mejora de aspectos psicológicos concretos o trastornos mentales que están generando malestar significativo y dificultan la realización de una o varias actividades cotidianas de la vida de la persona.
Su funcionamiento se basa en la toma de conciencia y el manejo de las creencias y pensamientos
que interactúan con nuestras emociones, y nos llevan a realizar comportamientos que no nos benefician a medio o a largo plazo. Por tanto, este abordaje terapéutico tiene la función de ayudarte a detectar dichos mecanismos y a cambiarlos para que seas más feliz y puedas superar las dificultades presentes en el día a día.
Existen multitud de problemáticas, tanto individuales como en pareja, que pueden beneficiarse de este tipo de terapia.
Te invito a que me contactes sin compromiso para que te pueda asesorar. Si lo que te ocurre está dentro de mis áreas de trabajo, empezaremos el proceso y, si no es así, te ayudaré a acceder al tratamiento que necesites en tu caso.
Psicoterapia EMDR
La psicoterapia EMDR (siglas inglesas que significan Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares) es una abordaje terapéutico de tercera generación, que se basa en la relevancia que tienen en nuestras problemáticas psicológicas y patologías presentes, las experiencias vitales adversas y traumáticas de nuestra historia vital. Dicho de otro modo, a lo largo de nuestra vida pueden ocurrir acontecimientos agudos y


puntuales (por ejemplo, un accidente de tráfico o un episodio de violencia) y otros dolorosos y más continuados (por ejemplo, maltrato, abusos, bullying, haber sido poco atendido por los progenitores en la infancia…) que de una forma más o menos evidente para uno/a mismo/a, interfieren en nuestra personalidad, en las creencias sobre nosotros/as mismos/as, en nuestra forma de relacionarnos y/o en nuestro funcionamiento cotidiano.
De este modo la EMDR, a través de protocolos específicos y validados científicamente y con la ayuda de movimientos oculares u otros tipos de estimulación bilateral (auditiva o táctil), ayuda a reprocesar los recuerdos traumáticos relacionados con el problema que se quiere mejorar, e incorpora recursos y estrategias para afrontar mejor el futuro.
Su aplicación se inició en el Trastorno por Estrés Postraumático y ha ido ampliando su radio de acción a multitud de problemas psicológicos clínicos.
Es habitual que este abordaje, debido a sus características innovadoras, genere muchas preguntas al principio, para lo cual estoy a tu disposición para poder resolverlas.
¿En qué te puedo ayudar?
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Empecé teniendo claro que deseaba ayudar a las personas y, de esta forma, de todas las opciones posibles, a esa temprana edad ya supe que mi vocación era ser psicóloga.
Tenga serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
fortaleza para cambiar lo que soy capaz de cambiar
y sabiduría para entender la diferencia.
Adaptada de R. Niebuhr